La división judicial de bienes es un proceso legal utilizado cuando varias personas son copropietarias de un bien o patrimonio, pero no logran llegar a un acuerdo sobre cómo dividirlo o distribuirlo. Este procedimiento permite que un juez intervenga para resolver el conflicto y ordenar la distribución adecuada de los bienes entre los copropietarios.

Es común en situaciones como:

• Herencias: Cuando los herederos no pueden ponerse de acuerdo sobre cómo repartir los bienes heredados.
• Divorcios: En casos de separación donde la pareja no logra acordar la distribución de bienes en común, como propiedades o cuentas bancarias.
• Propiedades en copropiedad: Cuando varias personas comparten la propiedad de un bien, como un inmueble, y desean poner fin a esa copropiedad.

El objetivo del proceso judicial es garantizar una distribución justa de los bienes. Dependiendo del tipo de propiedad y de las circunstancias, el juez puede ordenar diferentes tipos de soluciones:

• División física: Si el bien lo permite, se divide físicamente entre las partes. Por ejemplo, una gran propiedad podría subdividirse en parcelas.
• Venta y reparto del dinero: Si no es viable dividir el bien físicamente, como una casa, se ordena su venta, y el dinero obtenido se distribuye proporcionalmente entre los copropietarios.
• Adjudicación: En algunos casos, uno de los copropietarios puede quedarse con el bien, compensando a los otros mediante el pago de la parte que les corresponde.

El proceso culmina con una sentencia en la que el juez decide la forma en que se realizará la división y distribución de los bienes. En S.I.L., estamos comprometidos a ofrecerte la mejor solución para tu caso, garantizando un proceso justo y acorde a la ley, protegiendo siempre tus intereses.